epione y el rincon de pensar

Nuevos retos y paradigmas en la atencion social y sanitaria a personas y familias


EPIONE era la diosa que calmaba el dolor. Era la esposa del dios de la medicina Asklepios (Aslcepius) y la madre de los cinco Asklepiades (Asclepiades). Nadie mejor que ella para simbolizar las ideas, los modelos, los paradigmas de la atención a las personas, que siempre son el reflejo de una época y que en nuestra era requieren de altas dosis de innovación y aprendizaje para que los sistemas de bienestar se adapten a las demandas de las personas.

Este blog pretende reflexionar sobre los servicios sociales y sanitarios, pero también sobre las nuevas ideas y cambios, en ocasiones caóticos, de la etapa actual, postmoderna, incierta, compleja, pero también ilusionante y llena de retos y desafíos. Ante todo pretende ser un rincón de pensar.

La innovación visionaria y la destrucción creativa

Conocemos a TESLA por ser una empresa de automóviles eléctricos que ha apostado claramente por esta tecnología en el futuro. No es la única empresa con oferta de automóviles eléctricos, pero sí la que más vende (el model Y ha sido el más vendido en 2023). Si además tenemos en cuenta la oferta de automóviles que hacen uso de fuentes de energía diferentes a los combustibles fósiles, la oferta se multiplica de forma exponencial: casi todas las marcas tienen modelos con energía alternativa, incluidos aquellos que combinan la energía eléctrica con la convencional, habitualmente gasolina (híbridos). Las marcas reconocen que en los próximos años cambiará de forma drástica el parque automovilístico en lo que se refiere a los combustibles y en todos los casos se incluye, en mayor o menor medida, el componente de electrificación dentro de los cambios que ya se preveen en la próxima década.

 

No está claro, además, que la energía eléctrica sea la ideal o incluso la predominante en lo que se refiere a los nuevos combustibles: aunque es cierto que es previsible que las fabricación de baterías resulte cada vez más barata y eficiente y que además, con el tiempo, se conseguirá mucha más autonomía gracias a baterías más potentes, queda por resolver el problema de la carga, más aún si pensamos en un aumento cada vez mayor del parque automovilístico.

Cuál es entonces el mérito de TESLA? Según el diccionario de la lengua, un visionario es «la persona fantasiosa que cree o imagina cosas imposibles». Por el contrario, innovación sería la «Creación o modificación de un producto y su introducción en el mercado». Ambos componentes son necesarios para  construir un nuevo paradigma, en este caso en la automoción: se necesita ser a la vez innovador y visionario. Es decir: una innovación que trascienda la realidad, capaz de soñar y una visión fantasiosa e imaginativa, pero no imposible. TESLA es un ejemplo de innovación visionaria.

La innovación en TESLA consiste, sobre todo, no en centrarse en el qué o en el cómo, sino en cuestionar el porqué: consiste en olvidar o renunciar a viejas formas de conducción precisamente para concebir el nuevo automóvil, como ya hizo en el siglo pasado Henry Ford, que introdujo un cambio radical en la automoción, consistente en cambiar el carruaje por el automóvil de bajo costo, el Ford T.  TESLA introduce la conducción autonóma, renunciando a los combustibles tradicionales con el fin de ser respetuoso con el medio ambiente, pero además pretende hacerlo asequible, de forma que el nuevo modelo acabe por sustituir al viejo modelo de negocio del automóvil.

La idea de renunciar u olvidar lo viejo para concebir lo nuevo nos recuerda el concepto de destrucción creativa, popularizado por Joseph Schumpeter, según el cual los nuevos productos destruyen viejas empresas y modelos de negocio. Aunque el concepto se aplica al crecimiento económico, es posible pensar en una aplicación más universal y relacionarlo con el desarrollo social y las nuevas tecnologías: se trata en consecuencia no tanto de mejorar lo viejo sino de soñar en algo completamente nuevo.

Podríamos aplicar estos conceptos a los servicios sanitarios y a los cambios sociales: tendríamos, en consecuencia, que olvidar el modelo de servicios sanitarios, y repensarlo después para concebir algo totalmente nuevo: pero nuevo sobre todo en relación al porqué y al para qué y no sólo en el cómo.

Pensemos en un modelo nuevo, en el que la orientación, los cimientos, se planifican pensando en las personas, no en la tecnología, ni en la organización, ni en los profesionales: son cimientos que persiguen un valor: un valor que se define en base a los resultados y a la calidad percibida por las personas.

Es un modelo en el que, la casa, las estructuras, las técnicas, los recursos son innovadores, se adaptan a los nuevos tiempos y a las nuevas necesidades, pero al mismo tiempo respetan unos valores, que definen la cultura de la empresa y muy especialmente a sus profesionales, a los que cuida, promociona y procura que tengan acceso a los últimos conocimientos y a las técnicas más eficientes.

Pero no es un modelo que se conforma con lo que tiene: tiene una visión, representada en el dibujo por el tejado, se propone alcanzar nuevas metas, nuevos proyectos, quiere ser un referente en su sector, quiere soñar, crecer.

La destrucción creativa nos ayuda a pensar en lo que hacemos en «para qué», nos ayuda a partir de cero. La innovación nos ayuda a valorar el cómo: los procesos, las personas, las técnicas. La visión nos permite pensar en el futuro, en crecer, en no conformarnos con lo que somos.

 



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